Probando el vino: el mal trago de evitar un mal trago

Saberes

Conoces de sobra la situación. Pides un vino en un restaurante, te lo traen y te lo dan a probar. Salvo que el local tenga sumiller, se crea un silencio tenso en el que nadie sabe muy bien qué hacer. El camarero pone cara de paisaje. Probablemente piensa en el partido del domingo pero tú piensas que él piensa algo así como “A ver qué dice este imbécil sobre el vino”. Tu acompañante piensa: “A ver qué dice este sobre el vino” (sin lo de “imbécil”, porque probablemente te quiere o al menos te respeta). Y tú piensas: “A ver qué digo sin parecer un imbécil”.