Raúl Pérez: «Tiene que llegar un momento de libertad e individualismo total para el consumidor de vino»

Dicen de Raúl Pérez que es el mejor enólogo del mundo. Así al menos se lo reconoció la revista alemana Der Feinschmecker en 2014 y la francesa Bettane + Desseauve en 2015, galardón este último que recogió hace un mes en el salón de vinos “Le grand tasting” de Shanghai. Pero también es viticultor. Y bodeguero. Y consultor. Por aquello de sintetizar, son muchos los que se refieren a él como “creador de vinos”. Nosotros preferimos llamarle “el puto amo”, que acabamos antes. Porque, además de todo eso, Raúl es un tipo encantador. Estuvimos con él hace poco con motivo de una cata maestra organizada por el espacio Gourmet Experience Gran Vía de Madrid y nos dio su propia definición de sí mismo: «un freak del vino”.

Y el país donde más vino se consume por habitante es… ¡el Vaticano!

¿Será por las misas? ¿Será por una afición al vino, como suele decirse, de proporciones bíblicas? ¿Será porque sus dirigentes acumulan botellas en un oscuro búnker a la espera del Apocalipsis, de cuya fecha poseen información privilegiada? El caso es que, según comparecam.com, un portal estadounidense para consumidores que hace comparativas entre productos, el Vaticano lidera el ranking mundial de consumo de vino anual por habitante, con 73,8 litros por persona (datos de 2012).