¿Por qué los camareros españoles no saben de vino?

Melopeas

Alguno del gremio leerá el titular y cerrará el post al instante. Lo siento de veras pero, por mucho que duela, esto es cierto: los camareros de este país, la inmensa mayoría, no sabe nada o casi nada de vino.

Si sois vineros cuando salís, decidme cuántas veces habéis preguntado por los vinos de un bar y os han contestado que tienen “Rioja o Ribera”. O peor aún: “tinto, blanco o rosado”, como me dijo una camarera sin pestañear en un  local del madrileño barrio de Las Letras que se autodefine, por lo que pone en el rótulo de la entrada, como winebar. Verídico. El colmo del colmo es lo que le pasó a un allegado que preguntó en un bareto de los de toda la vida qué vinos por copa tenían y el camarero le respondió que si “frío o del tiempo”.

Los doce españoles 100 de Robert Parker

Saberes

Y os preguntaréis, ¿quién es Robert Parker? Pues nada menos que el catador más importante del mundo, el máster del eno-universo, algo así como lo que representa Anna Wintour (Vogue USA) para el mundo de la moda pero para el del vino a escala global. No sólo todos los que hacen vino le conocen y temen sino que dicen que muchos bodegueros elaboran vinos a su gusto. ¿Por qué? Porque son conscientes de que, cada año, como si de los Oscar se tratara, Parker dicta sentencia y evalúa –del 1 al 100- cada uno de los vinos que ha catado en su archifamosa The Wine Advocate. Si el brebaje recibe una puntuación por encima de 95, la bodega en cuestión habrá triunfado y, generalmente, lo venderá todo.