Alguno del gremio leerá el titular y cerrará el post al instante. Lo siento de veras pero, por mucho que duela, esto es cierto: los camareros de este país, la inmensa mayoría, no sabe nada o casi nada de vino.
Si sois vineros cuando salís, decidme cuántas veces habéis preguntado por los vinos de un bar y os han contestado que tienen “Rioja o Ribera”. O peor aún: “tinto, blanco o rosado”, como me dijo una camarera sin pestañear en un local del madrileño barrio de Las Letras que se autodefine, por lo que pone en el rótulo de la entrada, como winebar. Verídico. El colmo del colmo es lo que le pasó a un allegado que preguntó en un bareto de los de toda la vida qué vinos por copa tenían y el camarero le respondió que si “frío o del tiempo”.